La idea de la construcción de la capilla de la Valvanera de
Chia, que se encuentra en el cerro de la Cruz, al occidente de la población y
en la cordillera que separa los valles de chía y Tenjo, partió del Señor doctor Luis Alejandro Jiménez que se desempeñaba como párroco del
municipio.
El 6 de enero de 1937, día de la Adoración de los magos, el
santo sacerdote bendijo la primera piedra consagrada al templo de la Virgen de
la Valvanera en el cerro que se dio
desde entonces el mismo nombre y al cual se sebe por dos buenas carreteras que
dan la vuelta al cerro mencionado.
Cerca de esta capilla y sobre la cuchilla del cerro, una
cruz de armadura de hierro con cristales de grandes proporciones, se levantó
pregonado por todo el contorno la fe en
el Crucificado, es otra obra del doctor Jiménez.
Desde el sitio donde se levanta la capilla se domina un
sorprendente panorama que de un lado se dilata hasta Bogotá y los alrededores y
de otro domina todo el valle de Zipaquirá. Un poco más lejos, entre arboledas
magnificas las casas del poblado y más lejos, aun, cerca al cerro distante, las
moles blancas del Castillo Marroquín
semejan dos guardianes del valle que permanecieran estáticos junto al
rio que se serpentea, caprichoso por entre arboledas de eucaliptos.
Este lugar no solo se ha convertido en un lugar de
peregrinación, sino también de turismo y paseo de la población
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